Sacristán: delantera de gallinero
Un recorrido en primera persona por la vida y las películas del genial actor español José Sacristán

Sentado sobre el escenario del teatro Lope de Vega de Chinchón, la localidad madrileña en la que nació el 27 de septiembre de 1937, José Sacristán echa la vista atrás para contar a los espectadores cómo se fue forjando la persona y el actor que es hoy en día. “Soy hijo de la tía Nati y del tío Venancio, un campesino, un hombre derrotado por la Guerra Civil y que estuvo varios años en prisión después de la contienda”, comienza explicando ante las cámaras. “A este señor le salió un hijo marciano que quería ser artista de cine. Con catorce años mi padre me metió en un taller mecánico y no hay nadie más inútil en toda la historia de la mecánica universal que yo”. En Sacristán: delantera de gallinero, uno de los actores más prestigiosos del cine y teatro españoles repasa con sinceridad su vida y su carrera: “Tuve la suerte de no ser ni muy guapo ni muy feo, ni muy alto ni muy bajo, ni muy listo ni muy tonto. Fui la correa trasmisora en la que se reconocían o se encontraban el españolito y la españolita de a pie”, reflexiona el actor para explicar el hecho insólito de que alguien como él se convirtiera en un rostro imprescindible del cine español. Primero, en las comedias populares de los años sesenta. Años más tarde, como el rostro del cine de la Transición con películas como Asignatura pendiente o Solos en la madrugada, de José Luis Garci y, más recientemente, en trabajos a las órdenes de una nueva hornada de directores. Uno de ellos, El muerto y ser feliz, de Javier Rebollo, le valió en 2013 el Goya al mejor actor.
José Sacristán se acuerda prácticamente de todos los avatares de su carrera, pero si en algún momento le falla la memoria, tiene a mano los programas de las funciones en las que ha intervenido; las portadas de las revistas que le han dedicado; las críticas y artículos en los que alguna vez apareció su nombre, e incluso los cromos de las estrellas de cine que coleccionaba en su niñez y de las que acabó formando parte. Casi medio siglo después y con más de 80 películas a sus espaldas, el actor madrileño sigue siendo una de las figuras más relevantes del cine, del teatro y de la televisión de nuestro país. “Mi técnica siempre ha sido mitad Stanislavski mitad La Niña de los Peines”. Más allá de premios y reconocimientos, su mayor logro -afirma- ha sido la continuidad. Algo que sólo es posible cuando un actor mantiene intacta la ilusión: “Quiero seguir jugando a ser el que no soy”. O como decía su personaje en El viaje a ninguna parte, uno de los mejores de toda su carrera: “La gente necesita reírse,y nosotros les llevamos la risa”.
Sacristán: delantera de gallinero es una producción de TCM en colaboración con el Festival de Málaga, que estrenó este documental en 2014 con motivo del homenaje y del Premio Retrospectiva que dicho festival concedió a este grandísimo actor.
Sacristán: delantera de gallinero
Dirección:Pedro González Bermúdez; Entrevistas: Juan Zavala; Guion:Pedro González Bermúdez, Juan Zavala; Música original: Guillermo Farré; Producción ejecutiva: JavierMorales, Domingo Corral; Dirección de fotografía: Raúl Cadenas; Año de producción: 2014; Duración: 71m.